Desde muy niño tiene una creciente afición por la equitación, a los cuatro años de edad Pablo ya participaba como alguacilillo en la plaza de Estellay con solo ocho años obtuvo el título de campeón infantil de hípica del norte, ganando con ello el derecho para participar en los Campeonatos de España en su categoría. Se traslada a la ciudad riojana de Logroño y tras presenciar una corrida de rejones quedó fija en su mente una sola idea: ser torero a caballo. Debuta como rejoneador en 1983 y en 1985 lo hizo en plaza de primera categoría, Pamplona. En 1994 torea en la Feria del Pilar de Zaragoza consagrándose como figura del toreo a caballo.Las siguientes temporadas han venido a corroborar el extraordinario momento de madurez en el que se encuentra Pablo, consolidando su indiscutible supremacía en el toreo a caballo.